Se acercan las fiestas y con ellas las reuniones y comidas navideñas que pueden llevar a que nuestra dieta cambie ligeramente; un tema que, como cada año, es foco de conversación entre los profesionales de la salud, ya que en esta época del año tampoco hay que descuidar la nutrición, especialmente aquellas personas que puedan estar sufriendo una enfermedad o transitando algún tratamiento médico, como procesos de fertilidad.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que las comidas de Navidad son un momento de compartir, disfrutar y celebrar, por lo que no deberían convertirse en un quebradero de cabeza. Además, hay que valorar que, si bien hay ciertas celebraciones puntuales, esto no significa que el resto de las ingestas deban variar en exceso de la alimentación saludable diaria que solemos llevar.
Durante la búsqueda del embarazo
Si estamos buscando el embarazo es posible que hayamos empezado a cuidar la dieta y los hábitos diarios con la finalidad de que las probabilidades de éxito sean mayores y preparar al cuerpo para que esté más saludable de cara a esa etapa. Es por ello por lo que buscaremos aportar suficientes micronutrientes a través de una dieta equilibrada rica en frutas, verduras o grasas saludables, mientras que los productos menos saludables y más procesados pasarán a un plano más ocasional (dulces, preparados, salsas…).
Si la gran mayoría de días de esta etapa navideña mantenemos nuestro estilo de vida saludable, comidas puntuales de celebración no causarán un gran cambio. Aun así, sí podemos procurar que en ellas sigan abundando los alimentos saludables. Aunque en estas comidas y cenas suelen consumirse proteínas saludables, como el pescado, la carne o el marisco; a menudo faltan frutas o verduras, por lo que una buena opción es incluirlas de acompañamiento.
Además, no hay por qué evitar los dulces navideños —sino disfrutarlos—, pero sí procurar no ingerirlos en exceso. «Lo más recomendable será que estén sólo los días festivos tras las comidas (a ser posible tras una fruta) y, posteriormente, retirarlos para evitar que su consumo sea constante», explica Verónica de la Fuente, nutricionista de Vida Medicina Reproductiva.
Lo que sí será recomendable limitar —en lo posible, siendo la mejor opción reducir su consumo a cero—, es el alcohol, muy presente en estas fiestas. “Esta recomendación es aplicable a toda la población, ya que es un tóxico con grandes perjuicios en la salud. Pero, en el caso de la búsqueda de embarazo, los efectos negativos se extienden a la calidad ovocitaria, aumentando el estrés oxidativo, a las digestiones y la microbiota, que afecta al ambiente endometrial, o, en el caso de los hombres, a la calidad espermática”, amplía Verónica de la Fuente.
Durante el proceso
Ya sea porque nos hemos enfrentado a una inseminación artificial, la implantación en un FIV o, incluso, lo estemos intentando de forma natural, bien durante el período de incertidumbre o si ya conocemos el resultado y sea positivo; será fundamental tener ciertos cuidados higiénico-dietéticos para evitar fallos en el desarrollo, que pueden afectar también en el propio embarazo.
Según la nutricionista “en este caso evitaremos de forma categórica el alcohol. Esto incluye también bebidas SIN (0,0 sí), kombutxa o cocinados con bebidas alcohólicas, ya que van a contener pequeñas cantidades de alcohol que pueden afectar negativamente en estas etapas”.
Además, será fundamental evitar el riesgo de toxiinfección cocinando bien todos los alimentos: carnes; pescados, previamente congelados por el Anisakis; y huevos, bien cuajados. También se recomienda desinfectar con lejía de uso alimentario aquellos alimentos que consumamos en crudo, tales como ensaladas o frutas con piel, aunque es recomendable evitarlos si comemos fuera de casa.
Por otro lado, es habitual el uso de carnes procesadas y quesos. “En este caso, las carnes curadas no serán una opción segura, salvo que se congelen previamente para evitar el riesgo de toxoplasmosis, y posteriormente sean cocinadas evitando listeriosis. Igual ocurre con los quesos no pasteurizados: a no ser que sean cocinados a altas temperaturas durante tiempo suficiente para eliminar el riesgo de listeriosis. No obstante, es difícil asegurarse, por lo que es mejor evitarlos”, concluye.
Estas fiestas, disfruta de cada momento con equilibrio y cuidado. Celebrar no está reñido con mantener hábitos saludables, especialmente si estás en búsqueda del embarazo o en tratamiento de fertilidad.